Operation Finale se centra en el descubrimiento de Adolf Eichmann. Vive en Buenos Aires en Argentina bajo el nombre de Ricardo Klement. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, varios nazis de alto perfil huyeron a Argentina. Pasaron por el lineas de rata instituida por el entonces presidente Juan Perón.
Criminales de guerra como Josef Mengele, Josef Schwammberger, Erich Priebke y Gerhard Bohne se aprovecharon de los ratlines y establecieron sus nuevas vidas en América del Sur. Adolf Eichmann fue responsabilizado por la expulsión de los judíos de todos los territorios ocupados por los alemanes. Eso finalmente se conoció como la solución final. Cerca del final de la guerra, fue citado diciendo que "saltaría riendo a la tumba". La sensación de tener cinco millones de personas en su conciencia sería, para él, un motivo de extraordinaria satisfacción. De hecho, los nazis habían asesinado a más de seis millones de judíos y más de diez millones de enemigos del estado en total.
En 1960, varios agentes del Mossad, incluido Peter Malkin, llevaron a cabo una operación secreta. El objetivo era capturar a Eichmann, sedarlo y sacarlo de Argentina a Israel. Allí, Eichmann se enfrentó a juicio por 15 cargos de crímenes de guerra. También fue la primera vez que el mundo vio relatos televisados de los sobrevivientes del Holocausto. Lo colgaron en una prisión en Ramla, Israel y lo incineraron con las cenizas esparcidas en el mar para que no tuviera un lugar de descanso final.
El guión fue escrito por Matthew Orton. Se inspiró en el libro escrito por Peter Malkin, uno de los agentes clave responsables de la captura de Adolf Eichmann. Chris Weitz dirigió la película e hizo un gran trabajo con el tema extremadamente sensible que nos ocupa. El resultado final es un thriller tenso. De alguna manera trata el Holocausto de una manera sensible pero sin proteger a la audiencia de es verdadero terror. Plantea preguntas importantes sobre la facilidad con la que se puede utilizar el odio como arma política para impulsar a personas ambiciosas a cometer actos horribles.
Similar a 1917, el casting es increíble. Ben Kingsley ha logrado algunas actuaciones escalofriantes en su pasado y siempre mostró diversas habilidades de actuación a lo largo de su carrera. Pero este es fácilmente el mejor de su carrera, interpretando el papel de Adolf Eichmann. Oscar Isaac tiene el papel de Peter Malkin y, en mi opinión, debería recibir algunas nominaciones a premios por su actuación. De hecho, todo el elenco es brillante y todos capturan la esencia de sus roles a la perfección.
Esta es sin duda una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. Ver una película que aborda los horrores del Holocausto en el año del centenario del armisticio es poderoso y estimulante. Operation Finale es imprescindible y, como nuevo lanzamiento de Netflix, puedes verlo ahora.